jueves, 29 de enero de 2009

Noé y Gelman


Noé me presta el caos que según él sale de cada una de sus pinturas. El caos de estos tiempos extraños, en los cuales se mezcla lo virtual y lo real (caramba, me suena a caramelo digital!) Gelman, que de caos también entiende, me presta el poema (versión en un castellano y en el otro, en sefardí, “para leer en voz alta y tal vez escuchar, entre los dos sonidos, algo del tiempo que tiembla…”)



dices palabras con árboles/


tienen hojas que cantan


y pájaros


que juntan sol/



tu silencio


despierta


los gritos


del mundo/




dizis avlas cun árbulis


tenin folyas qui cantan


y páxarus


qui djuntan sol/



tu silenziu


disparta


lus gritus


dil mundu/


sábado, 24 de enero de 2009

Israel Kamakawiwo'ole



Seguramente hace mucho tiempo yo habría escuchado esta canción por Judy Garland dado que es un tema de 1930 pero la que ahora llegaba a mis oídos era una versión nueva, muy sensual. Se la habían enseñado a mi hijo en la escuela y utilizado como fondo de un film. Por suerte existe YouTube y allí fui a investigar…

Al primero que encontré fue a un enorme hawaiano con un ukelele en sus manos que parecía ser devorado por un impresionante cuerpo, y con una voz dulce y emocionante que parecía no corresponderlo. Se llamaba Israel Ka‘ano‘i Kamakawiwo‘ole, había nacido en 1959 en la isla Oahu en Hawai y criado en la comunidad Kaimuki. Iz se distinguía por pertenecer a una casi desaparecida minoría que sólo tienen antecesores hawaianos nativos. Varios clics hice, saltando de canción en canción, y me quedó muy adentro mío, como un regalo de los dioses, su amor a la tierra y a su pueblo hawaiano. Durante la mayor parte de su vida Iz fue obeso llegando a pesar 340 kg. Murió joven a los 38 años, el 26 de junio de 1997. Qué curioso que es pensar que Aselin Debison cumplía al otro día, 7 años (casi escribo 7 añitos)y que cantaría dos años más tarde un cover de Iz apoyando a una protesta de mineros en su ciudad Nueva Escocia en Canadá y que de esta manera la conocería el mundo. La dulce y angelical Azi también le cantó a su pueblo y estremeció los corazones de su gente con “The Island” y por supuesto, con el tema que colgué “Over the Rainbow / What a Wonderful Word”.

De éste cito “And the dreams that you dream of, dreams really do come true”.

viernes, 23 de enero de 2009

Aselin Debison



I love this girl. Wonderful. She is like an angel.

Así nació esta cosa

Mi hijo de 2 años me mostró un caramelo y me dijo:-Éste, es un caramelo para grandes.

-Por qué?-le pregunté. Y él me respondió, asombrado de que yo no lo supiera-Porque es un caramelo digital.

Ahí me dí cuenta de que comenzaba un tiempo distinto, la era de lo digital avanzaba tanto que cuando mi hijo creciera apenas reconocería el Winco y el teléfono con discador y entonces comencé casi sin darme cuenta a coleccionar alguno de estos objetos, a guardar celosamente las cosas de la abuela, a conseguir otras aún más viejas. Mientras tanto él podía manejar los tres controles remotos sin confundirlos, manejar el celular sin leer el manual, bajar música a su mp3 y entender sin explicaciones que toda la información de la compu podía guardarla y trasladarla en un objeto de sólo 5 cm. Se ponía cómicos lentes para mirar películas en 3d., jugaba al sega y al ping pong con tipitos virtuales y por supuesto fue mi maestro en estas cuestiones de la tecnología. Claro que todo este mundo de cosas fantásticamente virtuales sirvió para que siguiera creyendo en Papa Noel hasta los 10 años, y para que nada ni nadie pudiera consolarlo de haber “perdido” la verdadera magia. Lo de verdadera lo puse a propósito, cuál es la verdadera?

Sí, soy una nostálgica del pasado, una auténtica romántica. Y sí, también amo el bienestar de lo moderno, escribir en esta notebook en el jardín de casa sin cables sin enchufes con flores y con pájaros, con salud y con deseos, con ganas de compartir con otros miles y no saber cuántos, con el proyecto de crear de contar de mostrar de emocionar, me maravilla.

Mi hijo vive naturalmente esta modernidad, yo en cambio, la pienso y la hago conciente, y desde ese lugar me maravillo, soy de la época de los caramelos digitales. Amo su dulzor, el olor a vainilla y menta chocolate, su redondez cristalina de botón que da la hora exacta para no llegar tarde a disfrutarlo. Hago un clic para encender este blog e invitarlos a saborearlo.