martes, 31 de diciembre de 2019

Manifiesto - Victor Jara


Encontré este video y me emocioné. Vicky está en Chile y desde Octubre me ahogo en lágrimas cuando la pienso. Son momentos dificiles en Sudamerica . Pudieron acallarte Victor pero tu voz vive en miles de personas que siguen luchando por la dignidad de los pueblos. Hermosa comunión argentino chilena que quién si no León Gieco es el alma mater del equipo.

Balance 2019

La vida y la muerte se dieron la mano, tal vez haya habido un pacto entre ellas, esa teoría la sostuve siempre y esta vez no dejé de temblar cuando nació mi nieto y sabía que se estaba yendo mi madre. La vida discurrió dulcemente y aunque yo no estuve presente en cuerpo, mi alma viajera estuvo acariciándolo con una pluma; hacía más calor que de costumbre porque al calor habitual de un enero en la pampa se sumaban los calorcitos individuales de todos los que ya estaban amándolo recibiéndolo abriéndole los brazos con la tranquilidad que aparece después de las tempestades, esa calma madre útero nana tibia. En esa serenidad se fue desovillando la maternidad de Viqui, toda ella lana suave y con ganas de apachurrar, nos  mandaba fotos y videos para estar más cerca, sin saber que una parte de mí ya estaba allí y que había decidido ser abuela por mí misma y no sólo por su testarudez. Así se fue tejiendo este amor en una urdimbre que trata de enlazar las partes desconocidas de cada uno, punto cadena, y una lazada que se clava allí en ese agujerito insólito, el lugarcito ese incompleto; tengo en mi memoria la mano arrugada de mi abuela enseñándome a tejer ese punto maravilloso de la vida. 
Qué año lleno de cosas que dieron vida! El Chino me invitó a hacer vino, un viejo anhelo de él; era febrero el tiempo de la vendimia, todavía recuerdo el llamado telefónico en el que me convencía que sea su socia y que me iba a gustar y que un finde lo acompañe para aprobar lo que yo sabía que me iba a encantar, lo que él sabía que estaba necesitando, lo que yo sabía que disfrutaría, lo que él necesitaba que yo respirara: aire tierra vida; porque de eso se trata al hacer vino: de tocar racimo vida, de tocar malbec vida, de sentir tierra vida y la palabra repica porque es así, repica a cada paso, y así durante todo el año fuimos al Chañar, los hacedores del vino que se llamó Antoine gracias a un tatarabuelo del Chinito, tozudo y valiente que se mandó una hazaña durante la resistencia nazi. Mientras tanto en los tiempos de espera nos pusimos a hacer sidra porque las manzanas son tentaciones del Edén. En una fantasía difícil de explicar nos embarcamos en un arca por decirlo de manera bíblica (esta vez yo lo embarqué a él) y así nació Šárka, sidra feminista y guerrera, probé sabores nuevos y viejos, y nunca antes tuve certezas tan claras de lo que quería. 
En el medio de estas pasiones Eva iba muriendo de a poco, y mi corazón se rasgaba cada vez que la morfina la dormía mientras me quedaba contándole girones de estas bellezas llenas de vida…Rodri, Guille y mis sobrinos, viajaron para despedirse de ella, era un fin de semana largo. -Vinieron todos…me voy a morir?- nos dijo.  El 12 de Mayo partió a reunirse con Omar, sus papás Antonio y Elizabeth y la tía Gorda; no sé nada todavía de ella, era tan independiente! 
Este año el maestro de la Banda, Oscar, me pidió que escribiera las biografías de mis compañeros para presentar en el Programa del Concierto de los 30 años. Porque todos estos años cumplíamos, cosa que ameritaba un Gran Evento Gran en el Complejo Cultural.  Así que gran parte del año, me asomé por la ventana de la vida de todos, hice 32 entrevistas que luego volqué en papel, historias de vida preciosas compartidas enamorables admirables inesperadas. El ejercicio de pararte en el medio y mirar de dónde viene cada uno y hacia dónde va, de dónde vengo yo y adónde voy? Es maravilloso. Somos lo que hicimos, somos de lo que nos fuimos llenando en esta vida. Sigo mirando al mundo con ojos inquietos y curiosos y escucho atenta las palabras de los más viejos que son las más sabias señales. Volvimos a brillar, a lucirnos en los conciertos, volvimos a festejar en una cena baile en el lugar que nos vió nacer, la Asociación Española. Fue un año que terminaba llenito de música, también finalizada la grabación del CD que quedará para presentar el año que viene. 
Rodri aprendió amablemente a luchar con los tropezones de su paternidad. A mí me fue regalando visitas, vacaciones, recetas nuevas, presagios buenos y deseos aun mejores, compinchadas y peleas, y la decisión de volverse al pueblo cuando terminara de estudiar. Así que las fiestas navideñas nos encontraron nuevamente juntos, él ya instalado con sus bártulos y petetes, y yo asombrada con las vueltas de una vida muy acaracolada. Ceci, mi hermana encontrada sin querer fue la frutilla del postre más delicioso que pude comer en mi vida. Brindo por ella y por nosotras, y por nuestro padre renacido, y por la vida.