domingo, 12 de mayo de 2019

Eva

-Murió Eva- le escribí a Vicky. Y ella me responde:

Es un lugar común decirlo, pero qué bueno que ya no sufre más. El sufrir no iba con Eva. Me quedo con todo lo bueno que recibí de tu mamá. Que es un montón, -por el beneficio de que no era mi mamá ni mi tía ni mi abuela- en ese sentido creo haber aventajado hasta a los nietos-, y me tocaba la versión copada y generosa de todo. Las historias, las risas, las llevadas y traídas a Roca con conversaciones sorprendentemente íntimas e inesperadas en Moviman. Una casa maravillosa que se convirtió en hogar: el primero que cobijó a mi familia como familia de 4: el lugar en el que me hice grande de verdad. Verle cambiar los cortes de pelo cual estrella de cine y también tomar mates sentada en un tacho de pintura y lijar una pared en corpiño, todo por igual. Gracias por compartir a tu mama conmigo. La supe querer con la ceguera correcta de quien no debe tolerar nada incongruente porque todo era lindo y bienvenido, para mi.  Ella me devolvió el mimo siempre. Creí que no iba a morirse nunca. Cualidad que sólo le atribuyo a mi abuela Emilce por terca y a mi mamá por obvias razones.

Si hay una sala de espera de otro lado, deseo que sea como el aeropuerto del pueblo. Y que Omar la haya estado esperando en sus mejores fachas, guapo y de buen humor. Pícaro diciéndole que se tardó demasiado. La Tía Gorda diciéndole que le preparó lo que más le gustaba comer de chica. Don Antonio sintiendo, con cara de que el paraíso lo volvió más blando. Juntos, como antes. Pero sabiéndose nuevos. Deseo que su cuerpo tenga veintitantos otra vez, pero que sepa lo que sabe y recupere lo que no llegó a saber en un instante. Que multiplique la belleza que tuvo siempre. Y se sacuda en un otoño las mezquindades terrestres, que están tan fuera de onda del otro lado del aeropuerto.

En este aeropuerto, sucede todo tipo de cosas interesantes, y no está apurada por irse ni un poco. Hacía tiempo que no salía, es refrescante estar ahí. Como novedad, hay de todo para explorar. Pasan amigos y se arman conversaciones ruidosas. Mirá, mirá!!! Mirá quien vino!!! Este también estaba de este lado? Y si señora como está? Hay abrazos abrumadores y buena calefacción. De seguro hay buena comida en algún lugar, pero la Tia Gorda le recuerda que vamos, vamos, algo rico los espera en algún lado más. Que hay que marcharse. Y así se van, un poco hacia el misterio, otro poco a nuestra imaginación, a donde hemos de resucitarla. En un recuerdo subjetivo. Con asaltos de realidad cada tanto. Y las emociones que a cada uno le toca sortear. Te quiero Patri. Mucho mucho

[10:40, 12/5/2019] Viky Yornet  desde Chile.
Me hizo tan bien esta carta
Gracias amiga