jueves, 31 de diciembre de 2015

Balance 2015



Por los recorridos, así brindamos el año pasado. Los recorridos que dejan huella de andares firmes, vaya que los hubo este año! Y los recorridos que uno hace como flotando en la niebla que se escurre entre las cosas, que no dejan pisada, capaz que nadie los recuerde dentro de algún tiempo, pero que el aire del sur los renueve de a ratos. Los recorridos que uno hace de ida y vuelta, los que van para atrás en el tiempo y vuelven al presente para instalar lo que instalan las cosas vividas. Este año hubo de todo esto. Como vino Raco a visitarnos, vivimos para atrás muchos días del año, llegué a mis 12, pasé por mi adolescencia, la universidad, la maternidad, y volvía con total facilidad cada vez más nítidamente haciendo cálculos de fechas en función de los hitos históricos y mi recuerdo traía a Omar de la mano y se lo ponía en la mano de todos, especialmente de Gina y Antonio que aprenden a conocerlo de esta manera. Fuimos con él  a los lugares conocidos y adorados, a la cima de la montaña que es como el lugar de los dioses, a los lagos, a esa meseta inalcanzablemente extensa y le llenamos los ojos de paisaje patagónico para que no lo extrañe tanto...Y nos reencontramos con gente convocada para la ocasión de homenajearlo y quedó llenita el alma de tanto recuerdo foto abrazo, nunca había repetido tanto la frase: te acordás? Y como siempre digo es estresante no recordar lo que otro recuerda y viceversa, uno hace esfuerzos inútiles por concordar y muere de felicidad en el encuentro de los recuerdos!



También fui y vine a los años en que fui maestra rural, fue casi sin querer,  convocada para restaurar los bancos de madera, recuperar un poquito de historia y así dejar a la escuela de María Elvira preparada y hermoseada para festejar sus 80 años; armamos un aula ambientada en 1935  y bueno, yo que soy la reina de las emociones, no advertí el vértigo que me provocaría tanto reencuentro de exalumnos y excompañeros…y agradecí por invitarme porque fue un regalo…y me dejó mirar para atrás y ver el recorrido una vez más…



Este 2015 nos dejó recorrer los 20 años de la publicación del Libro de Carrusel y los 30 años del Centro de Escritores, buscar más y más fotos y vernos tan jóvenes…Otro recorrido fue a mi Buenos Aires natal. Volver siempre es nostalgear con las veredas los vecinos la plaza el shopping la avenida, volver es recuperar algo, el olor del barrio, el rechinar del colectivo sobre los adoquines, el charco alquitranado, y es nostalgear también con sus presencias, de Omar el diarero un mediodía más hablando de su quiropraxis, de Juan Carlos de La Cuyanita sacando la cabeza por la vidriera, de la Tía Elsa emocionada, y es nostalgear con sus ausencias, todo lo que ha desaparecido por la voluntad del tiempo, de la modernidad o de la baja estabilidad de las herencias. Y repetir en voz alta, para que no se escapen los recuerdos: sabés Rodri lo que había acá? Dos viajes fueron tan reparadores como desgastantes, así los recorridos así el cansancio así los encuentros que abrazan así.



Los recorrí disfrutando a mi hijo saltar de a ratos su adolescencia para parecer más grande, ir a votar juntos, discutir los candidatos y sus modelos de país, escucharlo hablar de amor cholulamente …y sin dejarme opinar más acerca de este asunto… no hay caso, no se da cuenta que soy una entendida, una experta, una master…me tengo que contentar con enseñarle los secretos de la cocina y descreerme del poder absoluto de mis enseñanzas.



Recorrí mis tiempos de tés, despacitamente, como suelen hacer los orientales, dejando a Ohno que me tranquilice con sus palabras de mentor, sensei, padrino, dejándome recorrer este camino descalza para sentir más lindo, con la piel la sonrisa y el corazón. Los pies en el camino justo, los sueños lo suficientemente grandes para no perderlos de vista. Brindemos entonces por los grandes sueños!

lunes, 12 de octubre de 2015

La cresta

He aquí el lugar que más quiero en el mundo, aquí (todos saben) tirarán mis cenizas. Lo bautizamos "la cresta" y es la cima de todo...desde allí vuelo y te encuentro...
 




 


lunes, 21 de septiembre de 2015

Tiempo al tiempo



Por alguna extraña razón esta entrada quedó en el borrador...olvidadamente no la publiqué...habrá sido escrita por septiembre cuando la primavera comienza a arder.

Cuando empezó el año tuvimos la noticia de que el año que viene egresa nuestro hijo. No nos habíamos dado cuenta porque claro, faltaban dos años enteros y eso en la vida de todos es mucho tiempo. La noticia nos la dio una agencia de viajes que encendía el corazón de los adolescentes al mismo tiempo que encendía el dolor en sus padres. Proponía un viaje a Brasil y la facilidad de pagarlo en cuotas. Se podría decir que uno paga también en cuotas de dolor. Sin que nadie lo diga, se sabe lo ineludible,  a su vuelta se irán a otros viajes más largos cuando elijan su carrera. Este es como el comienzo de un viaje sin fecha de retorno. Me detengo a mirarle la barba más de la cuenta, me apuro a enseñarle mis recetas de cocina, a contarle lo que quiero que le cuente a sus hijos…esa sarta de anécdotas que uno quiere que queden en la memoria ajena por temor a que se pierdan de la nuestra, le recuerdo mis escondites y mis secretos, le hablo una vez más de los hábitos como el de ir al dentista para una limpieza, o de los quehaceres como el de no juntar la ropa de color con la blanca, o de los principios o de los deberes o de las obligaciones, o de las advertencias como no perder de vista la tarjeta de crédito y avisar en seguida si se pierde. Y a no olvidar de pagar el seguro. Y si tenés fiebre y si te duele y por si acaso…Me interrumpe - Hablemos de los amores contrariados empecinados absurdos y también de los otros, los tiernos, los eternos. Y es el momento, me doy cuenta de presentarle a Oliverio Girondo, no importa la escuela de mañana, nos quedamos esta noche leyendo y pasamos a recordar “el preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj” de Cortazar y es como una pequeña fiesta literaria, sin apuro esta vez como comiendo un chocolate despacito para que no se gaste. Dejámelo señalado ahí 179, espantapájaros nº12
Y como ya está cumplido todo el carnet vacunatorio igualmente no abandonar la idea de vacunarse porque siempre aparecen dolencias  nuevas.

Oliverio Girondo

No se me importa un pito que las mujeres
tengan los senos como magnolias o como pasas de higo;
un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de soportarles
una nariz que sacaría el primer premio
en una exposición de zanahorias;
¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono,
bajo ningún pretexto, que no sepan volar.
Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase,
tan locamente, de María Luisa.
¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos?
¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo
y sus miradas de pronóstico reservado?
¡María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina,
volaba del comedor a la despensa.
Volando me preparaba el baño, la camisa.
Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...
¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando,
de algún paseo por los alrededores!
Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado.
"¡María Luisa! ¡María Luisa!"... y a los pocos segundos,
ya me abrazaba con sus piernas de pluma,
para llevarme, volando, a cualquier parte.
Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia
que nos aproximaba al paraíso;
durante horas enteras nos anidábamos en una nube,
como dos ángeles, y de repente,
en tirabuzón, en hoja muerta,
el aterrizaje forzoso de un espasmo.
¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera...,
aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas!
¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes...
la de pasarse las noches de un solo vuelo!
Después de conocer una mujer etérea,
¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre?
¿Verdad que no hay diferencia sustancial
entre vivir con una vaca o con una mujer
que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender
la seducción de una mujer pedestre,
y por más empeño que ponga en concebirlo,
no me es posible ni tan siquiera imaginar
que pueda hacerse el amor más que volando.

domingo, 12 de julio de 2015

Jethro Tull



Cumplí años y nada. Un deseo. Me quiero dar el gusto de sacar este tema. Y lo voy a lograr. Tengo muchos años por delante...y merezco todos estos aplausos! jaja!!!
Ian Anderson sos genial...Bourée de Bach, suite escrita para laúd que deviene en jazz es bellísimo.
Y para demostrar el por qué del hippismo que me caracteriza, sí, vamos a sesentear, es inevitable no buscarte, irlandés colorado pelilargo, va esta joyita para disfrutar...




sábado, 23 de mayo de 2015

Manzanazo 2015

Otoño tremendo! Hasta ayer 20º. Hoy es el primer día con 0º y llovizna débil que nos recuerda que ya está nevando en la cordillera. Los chacareros no levantaron la cosecha de manzanas, por lo que casi todos podemos ir a juntarlas gratis o pasar por la rotonda donde las regalan. Las manzanas debieran ser agrias por la tanta tristeza de la situación, sin embargo mi pastel tiene una exquisités absoluta,  por primera vez maduraron en su planta, por puro empecinamiento de corregir el rumbo de una economía equivocada. 







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domingo, 8 de febrero de 2015

Lanitas


Vida y muerte

Se devana el corazón

 






Moving On is the latest stop-motion video from BAFTA-nominated animator, writer, and director Ainslie Henderson. The clip was created as a music video for British rock band James and tells a story of life and death through characters depicted with yellow yarn. Sad, but wonderfully done.

This song is called "Moving on" from the album La Petite Mort of the band JAMES. This is the fabulous video for their fantastic first single.