Venezuela ha sido su otra patria. Recuerda un diario de Caracas, su entrada al país:
“Cuando llegó al aeropuerto de Caracas en julio de 1967, el célebre titiritero argentino Javier Villafañe sacó a los aduaneros de sus casillas. Ataviado con su eterno overol gris –el único atuendo que se le conoce- declaró que llevaba en su mano izquierda “un paraguas ambulante para el sol, la lluvia o los rayos XX. En la otra tenía una pequeña valija, y dentro de ella, a Maese Trotamundos, Juancito, los Fantasmas, el Capitán, el Caballero de
Extraje esta noticia de la impecable Antología de Javier Villafañe que hiciera su amigo Pablo Medina, ed. Sudamericana 1990.