lunes, 28 de diciembre de 2009
Balance 2009
domingo, 15 de noviembre de 2009
Nieto 98
miércoles, 30 de septiembre de 2009
Atacazo romántico en esta primavera - Martí y mi cerezo
José Martí y mi cerezo
lunes, 21 de septiembre de 2009
Mientras haya en el mundo primavera - Gustavo Adolfo Bécquer
RIMA IV
No digáis que, agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira;
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.
Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!
Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a dó camina,
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!
Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!
Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía!
Gustavo Adolfo Bécquer
domingo, 9 de agosto de 2009
Feliz día chicos!
Este dibujo es para todos mis amigos niños en su día. Pareciera que está hecho de acrílico y soledades, por esto de la ausencia de gente, de palabras y de pájaros. Sin embargo en el 88 que es cuando lo hice, estaba rodeada de niños que me llenaban de sol y a quienes aturdía con mis cuentos. Je, je! Por eso es que presumo están todos adentro de estos hermosos castillos encantados. En el campo sólo girasoles carruseleando.
jueves, 23 de julio de 2009
Recorridos 1 - Paso sin peaje
Me despierto, domingo en Buenos Aires. Abro la ventana para disfrutar un aire fresco cargado de humedades. Me asomo al balcón a mirar los patios ajenos; los patios allá abajo son pequeños oasis. Por supuesto, me saluda un limonero y recuerdo al instante el de mi infancia, el del patio de la tía (algún día les contaré la historia del insólito recuerdo que tenía mi hermano, pero para eso deberán esperar a otro día). Ahora quiero dejarme ir con el tren que escucho a lo lejos, y los pájaros que siempre se dejan estar cuando es temprano y el tránsito no los guarda. Recorro las paredes enmohecidas, las enredaderas, los techos oxidados, las huellas que deja tanta lluvia acumulada en las cosas. No todo es tan viejo como parece aquí, es sólo que el agua desmemoria los años…
Y ahí la descubro: una escalera. Me encanta asombrarme y sonreir y jugar a darle un nombre a las cosas: “lo que une”, “salto de patio en patio”, “pase por el fondo”, “me la presta?”, “tiempo de limones”, “te apoyaste en mi medianera”, “ruta alternativa”, “colectora vecinal”, “paso sin peaje”…
miércoles, 24 de junio de 2009
Homenaje a Javier Villafañe - Feliz Cumpleaños N° 100
Javier Villafañe fue ante todo mi amigo. Hoy, 24 de junio cumpliría 100 años. Cada cumpleaños levanto una copa y brindo junto a una marioneta que mi madre me trajo de los pagos de sus padres, Praga. La marioneta de cerámica es el personaje de un viejito al que yo llamé naturalmente Javier.
A Javier lo conocí en los
Más sobre Javier
Este poema me marcó personalmente. Tal vez haya otros más fuertes más sabios más irónicos…pero este a mí me ayudó a pensar y a arrancar de nuevo, atando un hilo a lo más importante, por eso es que está aquí.
ATÁ EL HILO Y COMENZÁ DE NUEVO;
atalo a dos puntas,
al último pelo de la barba.
Es necesario
-tan después y siempre,
tan de antes-
estar atado a un hilo
-cordón de ombligo
cortado a uña o diente
o con tijera-.
El hilo
atándote de cuatro pies
al suelo.
El hilo de la mano que te lleva,
el mapa dibujado,
la montaña
y la ínsula
donde perdés la pureza,
el lago de la lágrima,
la gota en la pared.
El hilo sobre los pies seguros
caminando,
y es lo mismo otro barco
el mismo puerto
y olvidás algo en el umbral:
un impermeable,
y llueve.
El hilo de los ojos,
el hilo del deseo
-la noche por una calle larga
con los balcones altos
y las puertas cerradas-.
El hilo de saber que se corta
y atarlo haciendo nudos con remiendos,
atarlo a llagas,
a muletas;
trenzando el hilo,
dándole raíces
para que encuentre
un cuerpo
la forma de la tierra.
Homenajeando a Javier y a La Andariega. Acá cuento quién es, qué hacía, qué sentía ...
De oficio: titiritero (y con el mameluco puesto).
Pero algo más: fue un pionero en Argentina de este arte milenario que es el títere.
Pero todavía más: fue un creador, un poeta, un escritor (para chicos, para grandes, para todos!).
Pero también: era un amigo de los pájaros, de las palabras, los juegos y la vida. Y por sobre todas las cosas: fue un soñador y un buscador de sueños. Y el que sabe buscar, anda. Y él sabía de andanzas, era un trotamundos que no se cansaba de recoger historias ajenas (que recopilaba, juntaba, apilaba, editaba) y de contar las propias. Tenía una carreta llamada
Decía Javier alguna vez hablando de los títeres de todo titiritero:-Son la continuación de sus manos, su sombra, la piel por la que respira y vive”.
Javier Villafañe y Venezuela
Venezuela ha sido su otra patria. Recuerda un diario de Caracas, su entrada al país:
“Cuando llegó al aeropuerto de Caracas en julio de 1967, el célebre titiritero argentino Javier Villafañe sacó a los aduaneros de sus casillas. Ataviado con su eterno overol gris –el único atuendo que se le conoce- declaró que llevaba en su mano izquierda “un paraguas ambulante para el sol, la lluvia o los rayos XX. En la otra tenía una pequeña valija, y dentro de ella, a Maese Trotamundos, Juancito, los Fantasmas, el Capitán, el Caballero de
Extraje esta noticia de la impecable Antología de Javier Villafañe que hiciera su amigo Pablo Medina, ed. Sudamericana 1990.
Anécdota con "La Cucaracha" - Mi libro de Javier preferido
La tía gorda estaba por llegar en avión a visitarnos. Era muy viejita para entonces. Mi hermano, mi futura cuñada y yo la fuimos a recibir al aeropuerto y allí nos enteramos de que el avión aún no había podido despegar de Bs.As. merced a una tormenta, así que nos fuimos a una confitería del centro a tomar algo para que la espera sea más amena. Yo llevaba el libro de Javier “
Javier Y Miró
Enrique Molina dice acerca de la poesía de Javier: “…hay algo en los textos de este particularísimo poeta que hace pensar en la pintura de Miró. Ambos mundos se corresponden.”
Para demostrar esto, les regalo un juego que armó Javier para todos nosotros. Siempre lo jugábamos en Carrusel.
Van primero las Instrucciones:
-Cortar los versos (por la línea de puntos). Guardarlos en un sobre.
-Cuando se quiera jugar, sacarlos, ponerlos en la palma de la mano, barajarlos o tirarlos sin barajar.
-Como caigan los versos van a tener siempre un poema. El poema se hace y se deshace y se vuelve a hacer y a deshacer, y se lee como cae. A jugar!
de lápiz de cuaderno de catedral sin pájaros
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me hielo hasta detrás del frío
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doliéndome su mano mi sombra
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estoy llamándote
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la sota y el caballo se escapan de los dedos
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inventame un azul de tocar
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donde señalo con el índice podés leer “te amo”
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un zapato con ceniza y lluvia
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un engaño en la selva
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y la encuentro
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su pequeña altura
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de gata salvaje
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es un viento de uvas en la frente
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un ajedrez donde el alfil no es torre
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en un humo mojado
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la busco
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de unos tigres
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y la sigo buscando con ella al lado
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enredaderas
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unos hierros una lengua acariñando el ocio
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bruja