sábado, 5 de febrero de 2011

Veranazo (a pedido del público)



Esta peonía tuvo que estar dormitando en su capullo durante 7 años, el día que floreció nos brotaban lágrimas y sonrisas, como el valsecito...y al igual que éste el aroma también parece venir de otros tiempos, fragancia antigua, olor a talquito como los de antes
.



El verano tiene olor a salvia...




Y a jazmines...




Tiene ruido de fiestas y color de petunias que se compran en Navidad para engalanar las ventanas...




El verano es sinónimo de arrayán florecido, cuando plantamos los arrayanes nos llegaban a la rodilla. Les puse un goteo y una sombrilla porque el verano en el valle brilla mucho, hoy miden 3 metros y ya se acostumbraron a nuestro sol...



El verano es un estanque con fiesta de ranas...



Geranios a flor de suelo...



Y althaeas a flor del cielo...



El verano tiene ganas de rododendro con gusto a Bariloche...



y de mar con gusto a Las Grutas.



El verano en el valle es de rosas, manzanas, cerezas, piquetes, lago, mucho trabajo, asado, calor, cuatro riegos, bicicletas, karting, calle...



Existe en el valle, la Ciudad de las Rosas, la Fiesta Nacional de la Manzana, la Fiesta de la Pera, la Fiesta Provincial del Agua y en medio de tanta fiesta los gremios de los rurales, del hielo y de la fruta queman cubiertas para alcanzar derechos. El problema es que no ven el revés de los derechos, cada vez se ocupan menos hombres en estas faenas y los hombres no podrán asisitir a ninguna fiesta...



En verano nos llenamos de luz, vivimos más horas, oscurece tarde y visitamos amigos, trabajamos más, paseamos más, caminamos más, hacemos más gimnasia, leemos más, regamos más, y seguramente reímos más que en cualquier otro momento del año...



Les cuento una historia...desde el jardín de nuestros amigos de Bariloche vino este rodo, que es un hijito de un rodo grande plantado por ellos hace fácil 25 años. Desde acá, desde el valle viajó un acer palmatum. Este fue un intercambio en donde quedaron en la tierra las raíces de nuestra amistad.



Empiezo y termino con la peonía porque es lejos mi flor preferida. Y también viene con historia. Como tarda tantos años en florecer, el primer año que florece (que es el séptimo) uno mira, toca y huele a la flor como si fuera el ser más preciado que hay sobre la tierra. Para preservar aquella joya, mi amiga le dijo a su hijo Fran de 2 o 3 añitos que no se le ocurra tocar a la flor porque era altamente venenosa, que se miraba de lejos. Entonces Fran que era un chico muy inteligente, salvó la vida de todos, agarró un palo muy largo con el que azotó a la flor y acabó con ella y todos sus males. Quedará siempre esta anécdota en mi corazón.