La pandemia fue tan amenazante que la fuimos corriendo de la memoria para ocuparla despacitamente por otros temas urgentes. Las urgencias de siempre: la inflación y el no me alcanza, la salud y la falta de cobertura, las elecciones y los candidatos, los pedófilos en los jardines de infantes, la represión en Mascardi y en Jujuy, el valor de los alquileres, los jueces corruptos…Y así seguiría una larga lista de convenientes temas para embanderarse con sus causas y sus luchas. Hay ruptura en todos estos temas. Los discursos son violentos. La palabra es técnica.
Aunque éstos sean los problemas de nuestra humanidad, y sean reales y dolorosos, no les parece que nos deshumanizamos de golpe? Nuestras relaciones personales se basan en protocolos, listas de acción, propósitos, objetivos; que llevados a la palabra o son formales o son monosílabos de whattsapp.
Quiero ser tu amor, pelearme con
vos y despertarme al lado tuyo. Pelear es con vos.
No quiero dejarte pasar. Daría lo
que fuera por volverte a encontrar. No quiero dejarte pasar. Pasa de vez en
cuando.
Ahora que estoy bien, ya llore, ya
me levanté. Quiero que sepas que estoy con vos.
Necesito verte urgente. Me encantaría
ver la luna con vos. Esta es tu nueva canción de amor. Todo lo que haces se
prende fuego en mí. Se prende fuego.
Este trabajo lo grabaron en Setiembre de 2020, plena pandemia. Será por eso el estilo? Es prolijo, profesional. Y está también, lleno de vida y de definiciones, de simpleza y frescura. El tono directo que siempre me apasiona está presente. Es que habremos perdido en la post pandemia un poco de ese estilo? Se nos habrá perdido la capacidad de hablar de amor a quien amamos? El respeto a las abuelas? Las charlas con nuestros padres? Las preguntas a los maestros?
Me reto a pensarlo y a hacer un click.
Invito a escucharlos para bañarnos de ternura y aprender a decir.
Creo que las cosas rotas, las relaciones rotas, pueden recomponerse con palabras fáciles, simples, honestas, auténticas.
Pero creo, no sé.