Por alguna extraña razón esta entrada quedó en el borrador...olvidadamente no la publiqué...habrá sido escrita por septiembre cuando la primavera comienza a arder.
Cuando empezó el año tuvimos la noticia
de que el año que viene egresa nuestro hijo. No nos habíamos dado cuenta porque
claro, faltaban dos años enteros y eso en la vida de todos es mucho tiempo. La
noticia nos la dio una agencia de viajes que encendía el corazón de los
adolescentes al mismo tiempo que encendía el dolor en sus padres. Proponía un
viaje a Brasil y la facilidad de pagarlo en cuotas. Se podría decir que uno paga
también en cuotas de dolor. Sin que nadie lo diga, se sabe lo ineludible, a su vuelta se irán a otros viajes más largos
cuando elijan su carrera. Este es como el comienzo de un viaje sin fecha de
retorno. Me detengo a mirarle la barba más de la cuenta, me apuro a enseñarle
mis recetas de cocina, a contarle lo que quiero que le cuente a sus hijos…esa
sarta de anécdotas que uno quiere que queden en la memoria ajena por temor a
que se pierdan de la nuestra, le recuerdo mis escondites y mis secretos, le
hablo una vez más de los hábitos como el de ir al dentista para una limpieza, o
de los quehaceres como el de no juntar la ropa de color con la blanca, o de los
principios o de los deberes o de las obligaciones, o de las advertencias como
no perder de vista la tarjeta de crédito y avisar en seguida si se pierde. Y a
no olvidar de pagar el seguro. Y si tenés fiebre y si te duele y por si
acaso…Me interrumpe - Hablemos de los amores contrariados empecinados absurdos
y también de los otros, los tiernos, los eternos. Y es el momento, me doy
cuenta de presentarle a Oliverio Girondo, no importa la escuela de mañana, nos
quedamos esta noche leyendo y pasamos a recordar “el preámbulo a las
instrucciones para dar cuerda al reloj” de Cortazar y es como una pequeña
fiesta literaria, sin apuro esta vez como comiendo un chocolate despacito para
que no se gaste. Dejámelo señalado ahí 179, espantapájaros nº12
Y como ya está cumplido todo el carnet vacunatorio igualmente no abandonar la idea de vacunarse porque siempre aparecen dolencias nuevas.
Y como ya está cumplido todo el carnet vacunatorio igualmente no abandonar la idea de vacunarse porque siempre aparecen dolencias nuevas.